RADIO TELEVISIÓN Y CINE


"José Miguel Guitarte, jefe del Sindicato de Estudiantes, tenía un claro deseo de crear cultura, y dedicó gran atención a los teatros universitarios, la prensa juvenil, los deportes. . . Puso especial empeño en realizar una emisora, en principio nacional, para más tarde poder ampliar, con otras emisoras, a capitales de provincia. El delegado de Propaganda era Fernando Alzaga, hombre emprendedor y con una mirada irónica que daba la sensación a veces como si estuviera de vuelta de cualquier tarea. Los servicios estaban encomendados de la forma siguiente: el cine a Pío Ballesteros, prensa a Chuchi Fragoso del Toro, plástica a Garnelo, teatro a mí y deportes a alguien cuyo nombre no recuerdo bien (. . .). La Radio SEU se creo después de aparecer el Teatro Universitario, y como no se disponía de estudio se pensó establecerlo en el último piso de Alcala 44, el edificio donde estaba el SEU. Antes se hicieron pruebas en la Escuela de Telecomunicación, que estaba en la calle de Torrijos, hoy Conde de Peñalver". Acabadas las obras "se inauguró Radio SEU, y con una gran audición según los datos informativos. Yo actuaba de locutor y ademas dirigía el cuadro de actores, que se nutría de la compañía que tenia el TEU (.. .). 

Carlos Villacorta y Juan de Alcaraz eran colaboradores asiduos, así como otros periodistas que empezaban. No teníamos horario fijo, ya que por dificultades técnicas y esencialmente de dinero realizabamos diversos servicios, pero nuestra ilusionada juventud y humor suplían con creces el trabajo". "Mi profesionalización en radio se realizó en Radio Nacional, que estaba situada en Castellana esquina a la famosa calle de la Ese, que empezaba allí y terminaba en Serrano". Previamente, en 1944, "dirigía el cuadro de actores profesionalizado y alternaba con la colaboración en Radio Juventud y en lo que yo llamaba mi T.E. U., que estaba alcanzando, por el equipo de actores y programas ofrecidos, cotas muy altas y ejemplares como teatro escuela, según la crítica y el público que acudía en masa a nuestras sesiones. Tanta necesidad tenía entonces para ir cubriendo el vivir de un joven como yo, deseoso en el fondo, a pesar de mi auténtica vida sin horario fijo que tanto odiaba, de formar una familia, aun ,suponiendo las dificultades que tenía de conseguirlo, ya que mi profesión calificada  como independiente, bohemia e inestable, pocas seguridades podía ofrecer.(Una Manera de Ser)

Con Julia Gutiérrez Caba en el teatro radiofónico de R.N.E.
Con Julia Gutiérrez Caba en el teatro radiofónico de R.N.E.

"Mi actuación como director del cuadro de actores de Radio Nacional de España, la compartí mas tarde con Angel Vilches Criado, hijo de una célebre actriz, Társila Criado, a quien tuve el gusto de dirigir en mi etapa de director del Teatro Nacional de Cámara, en una obra de Benny Lai titulada 'La mona no subió a la cruz', una diatriba contra la beateria, y donde hizo sus primeras armas profesionales la actriz Nuria Torray, muchacha de gran temperamento que había llegado de Barcelona a darse a conocer"."Radio Nacional  tenía un cuadro fijo de actores en general de buena calidad. En 1980, donde tengo de nuevo mi puesto de realizador, quedan muy pocos supervivientes de los años cuarenta. La época que pudiéramos llamar heroica de Radio Nacional en realidad transcurre entre los años 1943 y 1953, en que tanto los técnicos como los artistas no teníamos horario definido ni, generalmente, una misión escueta y determinada, ajustada a la especialidad de cada uno. Y así e1 director de cuadro podía hacer de locutor, de corrector de guiones, de adapt dor e incluso de intérprete (...). Anécdotas, un sin fin de ellas, y amenazas también. Sobre todo en la sesión que tenían de madrugada para América Pérez Madrigal y Felipe Sassone, que se extendían tanto en sus apreciaciones políticas a favor de Régimen que una noche intentaron secuestrar a Perez Madrigal. Pero se equivocaron y cogieron al buenazo de José Antonio Ripalda, que venía de Serrano por la calle de la Ese a la emisora, después de tomarse el café y copa para resistir hasta la cuatro de la mañana. Le echaron una capa encima, y a llegar el jefe del comando para reconocerlo, dijo: 'esta birria no es lo que buscamos'. Había que oír a Ripalda en la emisora, lívido aun del susto, repetir indignado: ' ¡Birria yo! ; ¡Birria yo!"           (Una Manera de Ser)

"Entre  las emisiones que realicé por aquella época, y que se emitían en la sobremesa, algunas estaban dedicadas a un personaje popular. Consistían en una breve biografía, y luego una escena realizada por la persona elegida y los actores del cuadro artístico, para desembocar en la faceta característica de dicho personaje. Me acuerdo esencialmente de tres de ellos que dieron lugar a sendas anécdotas. Fueron Raquel Meller, Jorge Negrete y Blanquita Amaro, rumbera y cantante que tenia un gran éxito, tanto por su magnifico cuerpo como por los movimientos que hacia en la rumba, algo inusitado en la reprimida sensualidad de aquella época . 'A Jorge Negrete, no sé porqué, le tenía antipatía, y más al ver la primera concentración de fans que acudió a las puertas de la emisora, algo inaudito, dando voces, saltando y asaltando el coche que lo trajo al estudio. Conversé con él para preparar el pequeño entremés que teníamos que realizar, y en todo momento se mostró de una sencillez y humildad que en pocos de estos divos he podido apreciar. Era, a mi entender, la antítesis del clásico divo; lo demás se suponía, era el montaje teatral de cartón piedra. Raquel Meller, diminuta con su dulzura y casi al término de su carrera, estuvo encantadora pero mi asombro y el de todos, claro está, fue cuando al pedirle el actor de turno que cantara .su Violetera, se caló las gafas, sacó un papelito y empezó leyendo: 'Cómpreme usté este ramito, que no vale mas que un real...'. Millones de veces había cantado ese cuplé, y sin embargo el micrófono la acobardó, le hizo principianta; menos mal que no era televisión, aunque lo más seguro es que le hubieran hecho un video".

"La anécdota de la rumbera fue más espectacular y más personal, dado mi carácter impulsivo, que me hace no meditar las palabras muchas veces. En esto me recuerdo al personaje quinteriano de Doña Clarines, que decía que las palabras le salían del corazón, y como pasaban antes por la boca para llegar a la cabeza, pues las soltaba tal cual. Lo cierto es que ensayando el entremés de Blanquita Amaro, la rumbera, me fui al control para dar la señal de grabación teniendo a mi lado a Ripalda de ayudante, que era mas o menos de mi estatura, es decir bajito. Y dije mirando aI estudio y después a Ripalda: 'Desde luego como cuerpo es algo sensacional, vamos a ver cómo canta'. Empezó el guion y cuando le tocó cantar a Blanquita me vuelvo a donde debía estar Ripalda y digo: 'Como buena sigo reconociendo que está superior, pero esta nena canta con la almeja'. Yo empecé a hablar, pero no a Ripalda, sino a un señor altísimo que le había sustituido y que era el esposo de la artista. Cuando terminé era como si hablara a las nubes. EJ señor me dijo con acento argentino: 'No he oído nada'. Y yo contesté rápido: '¡ Si no he dicho nada, señor!' Me volví y un silencio glacial reinaba en el control, porque los técnicos habían desaparecido con un ataque de risa".

"La más importante es que en radio se da la particularidad de que no existe el espectáculo dramático. En cambio, se tiene algo a favor, la voz (que es la esencia del teatro) está en un primerísimo piano. Y si se es actor y se sabe emitir, con la voz simplemente puede situarse al espectador donde uno quiera, marcando el texto. Lo que sucede es que con demasiada frecuencia eI presunto intérprete de radio, o actor, es un mero lector que lee muy bien, si, pero no interpreta (...). La radio es perfectamente compatible con multitud de actividades y además es cómoda. Con el teatro en radio... sí se le exige al oyente una colaboración directa. De otra manera perdería gran parte de la esencia que toda obra comunica (...). Ademas, al oyente se le dan ciertas facilidades. Esta sería más o menos la razón de ser del narrador explicador". "Otro de los hechos fundamentales viene dado por la naturaleza individual, singular, del oyente. Este, aunque sean muchos simultáneamente, se encuentra siempre a solas con el autor y se centra con la acción que éste le sugiere. Tiene, por tanto, que poner de su parte fórmulas imaginativas propias. Se ve forzado a ello y yo creo que esto es siempre bueno porque estimula la imaginación"



También participó Modesto en algunas películas cinematográficas y programas televisivos. En "consultaré a Mr.Brown" Modesto desempeñó el puesto de director artístico, donde participó también su hermano Jacinto."La incorporación a las tareas cinematográficas del 'director artístico'  se emplea por vez primera en España en esta película, dirigida por Pío Ballesteros. El precedente de este importante servicio técnico existe en Norteamérica, en donde, a veces, se utilizan hasta dos en una misma cinta. La misión es dirigir el ensayo, situar al actor para que no vacile y para que dé el máximo rendimiento interpretativo ante la cámara. Simplifica, ademas, la duración de los días de rodaje. Particularmente estoy satisfechísimo de trabajar con Ballesteros, auténticamente joven, y espero que, con la labor de todos, se dé un paso hacia adelante en esta cinematografía enfermiza muchas veces, al igual que la mayoría de nuestra dramática".

Encontraremos a Modesto en distintos programas dramáticos de TVE, obras televisadas con arreglos para la pequeña pantalla, como el Zoo de Cristal, de Tennessee Williams, Sublime Decisión de Miguel Mihura o No habrá Guerra de Troya de Jean Giraudoux.

Rodaje de "Consultaré a Mr Brown",López Vázquez, excelente imitador de Groucho Marx
Rodaje de "Consultaré a Mr Brown",López Vázquez, excelente imitador de Groucho Marx
Equipo de rodaje de "Consultaré a Mr Brown"
Equipo de rodaje de "Consultaré a Mr Brown"